No todo el aluminio reciclado es igual. Reciclar la chatarra post-consumo es el camino hacia la economía circular
Infinitamente reciclable y con innumerables aplicaciones, el aluminio es un metal ideal para la economía circular y de bajas emisiones de carbono. En Hydro, apostamos por estándares transparentes para garantizar que el reciclaje de aluminio contribuye a reducir las emisiones.
Por Jostein Søreide, Head of Climate Office en Hydro.
Como industria, tenemos la responsabilidad de educar a nuestros clientes y apoyar la transición circular con una comprensión clara de la huella de carbono del aluminio reciclado. Si no lo tomamos en cuenta con precisión, podría haber consecuencias importantes.
La diferencia entre la chatarra pre y post-consumo
En Hydro, creemos que la solución es reconocer que no todo el aluminio reciclado es igual.
Cuando el aluminio reciclado se fabrica a partir de latas de bebida usadas, ventanas o piezas de automóviles, el material comienza otra vida. El aluminio usado anteriormente se conoce como chatarra “post-consumo” y su huella de carbono es cercana a cero. El aluminio reciclado hecho de producción secundaria o chatarra “pre-consumo” es diferente. Este material proviene de sobrantes en el proceso de producción, por lo que aún no ha completado su vida y debe conservar la huella de carbono de su proceso de producción original. Si no se hace esto, no se contabilizan las emisiones de producción del material.
Importa dónde y cómo se produce el aluminio
¿Por qué es esto importante? Porque la transparencia es clave.
Si toda la chatarra se contabiliza por igual, perdemos transparencia en el cálculo de la huella de carbono real del aluminio reciclado. Por sí solo, el proceso de reciclaje del aluminio tiene una huella de carbono muy baja, ya que requiere únicamente el 5% de la energía del proceso de producción primario original.
Sin embargo, la producción de aluminio primario requiere mucha más energía. La fundición con carbón genera aproximadamente cinco veces más emisiones de CO2 equivalente por kilo que el aluminio primario producido con energías renovables. Si asumimos que toda la chatarra tiene una huella de carbono igual a cero y solo nos enfocamos en el reciclaje, ignoramos esta diferencia crítica en las emisiones y subestimamos la importancia de la chatarra post-consumo y del ciclo de vida de un producto.
En el mejor de los casos, esta metodología de contabilización es engañosa y no proporciona a la industria del aluminio la motivación que tanto necesita para invertir en soluciones bajas en carbono. En el peor de los casos, premia a las industrias que contaminan e impulsa las ineficiencias en los procesos industriales.
Establecer los estándares adecuados
Por eso, Hydro está trabajando para establecer estándares transparentes y correctos para calcular la huella de carbono del aluminio reciclado.
La transparencia en torno al contenido reciclado y cómo medir la huella de carbono es necesaria para evitar el blanqueamiento reputacional relacionado con la sostenibilidad e impulsar una economía circular real con bajas emisiones de carbono. Las próximas propuestas de la Comisión de la UE sobre una política de productos sostenibles deberían tener esto en cuenta. Debe exigirse una transparencia total al calcular y divulgar la huella de carbono de los materiales reciclados.
Position paper: Carbon footprint of recycled aluminium
In this position paper, Hydro’s position on the carbon footprint of recycled aluminium is explained.