Una mujer de energía renovable
Johan Oppistov y su hija Agnes siempre han vivido cerca del trabajo.
La central eléctrica de Røldal, situada en la región noruega de Hordaland, está junto al terreno de la granja donde nacieron y crecieron. Una situación inmejorable.
Las personas somos muy distintas, y los retos que afrontamos también pueden serlo. Hace cerca de cien años, Hydro construyó la mayor y más avanzada planta hidroeléctrica del mundo en uno de los extremos de la meseta de Notodden. Gracias a un desarrollo técnico audaz y espectacular, la producción de fertilizantes de Notodden y Rjujan se convirtió en el primer ejemplo mundial de éxito en este campo.
A comienzos de los años sesenta, con tan solo diecisiete años, Johan participó en la construcción de la central eléctrica, al otro lado de la meseta. El proyecto no fue muy bien recibido entre los granjeros del pueblo más cercano, ya que diecisiete granjas de las montañas quedaron sumergidas bajo el agua. Pero la energía generada hizo posible poner en marcha la producción de aluminio en Karmøy desde el año 1967.
La hija de Johan, Agnes Oppistov Lykkebø, también ha contribuido a la construcción de la planta, pero hoy en día su mayor preocupación es mantenerla en continuo progreso, y en lograr que mejore cada día. Esa es la energía que se renueva constantemente y de la cual se nutre la planta de producción de aluminio más sostenible y avanzada del mundo.
Una opción poco habitual para una ingeniera de Nesflaten
Agnes decidió su futuro profesional con la intención de evitar el camino típico de una chica que se ha criado en una granja. Aunque puede que también influyera en ella su padre, y tal vez la oportunidad de tener un trabajo interesante cerca de casa. En 1993, nada más terminar sus estudios, empezó a trabajar como responsable de turnos en el centro de control de Nesflaten. Para entonces ya tenía varios años de experiencia en trabajos temporales (por ejemplo, inspeccionando el tendido eléctrico) durante las vacaciones de verano.
Agnes había jugado en las escaleras de cemento de la entrada desde pequeña, así que conocía muy bien la planta, y también sus posibilidades. En todo caso, para un persona joven que ocupa un puesto técnico siempre es bueno tener un padre capaz de aclarar dudas de novato; alguien con espíritu crítico, pero deseoso de verla triunfar. Pronto resultó evidente que su padre no era el único de la planta eléctrica de Hydro que se preocupaba por sus compañeros; desde entonces, Agnes ha ido pasando por los puestos de mánager de producción, coordinadora de operaciones, mánager de mantenimiento y, el más reciente, responsable de proyectos y apoyo técnico.
Corrientes eléctricas, generación de energía renovable y producción de aluminio
Han sido ya veinticinco años de retos, tareas y proyectos a gran escala, muy variados e interesantes, siempre con gran énfasis en la seguridad. Y Johan coincide con su hija en la importancia de la seguridad, aunque a veces haya llegado a pensar que se estaba yendo demasiado lejos. El agua sometida a gran presión, los enormes transformadores y las corrientes eléctricas de alto voltaje: todo ello exige constante vigilancia y consideración. Las plantas, de más de cincuenta años, tienen una sólida construcción y han sido muy bien mantenidas. En estos momentos hay planes de realizar importantes reformas en el futuro.
Hoy en día, la generación de energía eléctrica está más dirigida al mercado y tiene una dinámica más amplia que en la época en que se construyeron las plantas. En aquellos tiempos, la prioridad era generar energía estable para la producción de aluminio. Hoy en día se hace mayor énfasis en el uso de máquinas con un funcionamiento ágil y capaz de adaptar la producción y las plantas a diversos mercados. La producción se acelera o se ralentiza en función de las fluctuaciones del precio y de las reservas de agua generadora de energía que haya disponibles en las cuencas de la meseta. El mayor problema sigue siendo gestionar y explotar los recursos disponibles en base a los intereses de Hydro y de las comunidades locales.
Tanto ahora como entonces, el futuro pertenece a los creadores de valor.
Somos aluminio.